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sábado, 30 de julio de 2011

Algo forrado de arpillera



Tratando de encontrar un semeje para definir al antiguo Presidente o virrey de Andalucía, y después Vicepresidente primero para Asuntos Territoriales, según la chirene nomenclatura inventada por el asombro de  la Moncloa, recordé aquellos paquetes, grandes o pequeños, forrados de arpillera, cosida muy tensa sobre la mercancía forrada, capaces de soportar todos los maltratos  y tantarantanes del transporte por carretera  ó ferrocarril.

Ahí estaba  el símil para colgárselo al sátrapa andaluz, porque el hombre es semejante a los bultos que antaño se tiraban al fondo del motocarro, del camión ó del vagón de mercancías y se quedaban incólumes e indeformables

El Sr. Cháves,  así se llama nuestro sujeto, se explica mal, su discurso carece de lógica y cada palabra que pronuncia, es atropellada por la siguiente. Pero cualquiera que sea  la pregunta comprometida sobre las empresas familiares, hecha por el periodista de turno cuando coloca el micrófono bajo la nariz del prócer, éste sale siempre del trance, por lo menos así lo cree él, como los bultos de arpillera colocados bajo toneladas de otras mercancías, reaparecidos en cualquier caso  con su forma original.

Durante su satrapía, los millones de euros han pasado a su vera, a derecha e izquierda, en maletines, mediante transferencias bancarias, y en todo caso, convenientemente lavados, destinados a toda clase de enjuagues que le es dable inventar al hombre, en especial si se trata de transacciones progresistas y sostenibles.

Las deudas dejadas a sus sucesores por alcaldes y presidentes automómicos socialistas, tras los comicios del pasado Mayo, a sus sucesores de la Oposición, apenas han merecido un gesto displicente del ex-Virrey. "Los derechohabientes, ha venido a farfullar el sujeto, deben aceptar la herencia, aunque sean deudas, para eso han ganado las elecciones" Tras semejante escogitación vicepresidencial no nos quedan palabras que añadir. El bulto ha hablado. 

viernes, 29 de julio de 2011

Listillo e intrigante


Si una fuerza extragaláctica muy poderosa eliminara como por arte de magia, la capacidad innata para la intriga, del ex-ministro y actual candidato a la presidencia por el Psoe, quedaría reducido a lo que es en realidad:. un profesor de Química sexagenario, arrugado y tristón, con sabor a tiza en el paladar, tratando de explicar por enésima vez, en algún instituto perdido de Cantabria, la Tabla Periódica de los elementos, a unos alumnos aburridos.

Pero todo lo que hace don Alfredo es pura intriga. Veamos un par de ejemplos:

Veinte minutos después de acampar los "indignados" en la Puerta del Sol, el señor Alfredo con su percepción intrigante de los acontecimientos, ya estaba pensando en la  inestimable utilidad de aquella fuerza civil de choque, para cargar, llegado el momento, contra las sedes del adversario político. Mientras tanto los pobres pardillos del inicio, decían que eran apolíticos.Y a estas alturas  les mantiene subvencionados con cargo al fondo de reptiles de su antiguo Ministerio, vaya usted a saber por qué extraños vericuetos administrativos. Sr Rubalcaba que le estamos viendo.

Mr. Alfred intrigó lo suyo en el asunto "Faisán", comentado días pasados, y ahora vuelve a la carga intrigando con el Yul Brinner de la Judicatura, para ocultar la intriga anterior, llevada a cabo con el presumido exhibicionista ex Juez estrella Garzón, porque Su Señoría tiene una visión barroca de la política y siente que sin una maquinación que llevarse a las circunvoluciones cerebrales, no es nadie. 

Hoy le sorprendemos, la cuestión es salir en los periódicos, copiando un eslógan de las trabajadoras del sector aeronáutico norteamericano de 1941, inventado para impulsar  la fabricación de los aviones vencedores de la Segunda Guerra Mundial. "We can do it" (Podemos hacerlo) ¡Será caradura y cursilón!     

jueves, 28 de julio de 2011

Recuerdos dejados por una guerra


Mis recuerdos sobre la guerra civil (verano de1936-primavera de 1939) durante los dos años y ocho meses de su duración, apenas tiene interés, salvo quizás para mí, por aquellas tres ocasiones inolvidables, dos de ellas en compañía de mi familia, en nuestra casa situada a un par de km de Salamanca, y una tercera junto a mis compañeros de estudios del Colegio Helmántico, en las que nuestras llorosas personas coincidieron (casi) con el punto de impacto de las bombas lanzadas, con muy mala intención, por los aviones (entonces llamados aeroplanos) del Frente Popular.

Esto en cuanto se refiere al campo estrictamente bélico, porque en el socio-religioso, mis experiencias son  mucho más abundantes, pues asistí con los ilustres compañeros citados, ya repuestos del susto por completo después de las bombas, y con algunos frailes salesianos que nos pastoreaban, a no menos de una docena de acciones de gracias en una iglesia situada justo frente al palacio de Monterrey en Salamanca.Y ahora que lo pienso, aquellas volutas de humo del incienso, ascendiendo solemnes hacia las bóvedas de la iglesia, debieron inspirar las expresiones artísticas nacionales, de suyo bastante barrocas.

Poco a poco las tropas nacionales, mejor dirigidas y alimentadas, con la moral más elevada, fueron acortando el terreno ocupado por las del frente popular, y por cada ciudad importante que ocupaban las primeras, los alumnos salesianos de Salamanca ocupábamos diligentes nuestros lugares en la iglesia de las volutas.

No creo que sean muchas  las personas que tengan recuerdos de adulto de aquellos terribles años, de una nación pobre destrozándose con saña. Es posible que los historiadores del futuro consigan identificar las claves de lo que pasó, y redactar sus textos en consecuencia, aunque para entonces, afortunadamente, tan sólo interesen a los especialistas.

Foto: Iglesia del convento de las Agustinas (La Purísima), donde ascendían las volutas del incienso.

miércoles, 27 de julio de 2011

Grillos



Cuando el Rey don Amadeo I de Saboya se marchó  del Palacio de Oriente harto, dando un portazo homérico, para volver a su Italia natal, en 1872, hizo al mismo tiempo un diagnóstico sociológico impecable de España: "¡¡Esto es una jaula de grillos!!" gritó don Amadeo fuera de sí. Llevaba apenas un año y medio entre nosotros y había dado en la diana.

Una sensación semejante debía tener cualquier lector de periódicos referida a sus paisanos, durante los años de la Segunda República: todos los días le daban un sobresalto y a veces dos.

Porque entre los españoles unos, los menos, eran de por sí seráficos y pensaban en una República idílica; otros deseaban fervientemente, y cuanto antes mejor, meter en cintura a sus compatriotas, díscolos de suyo, en beneficio de ellos mismos y enmarcarlos en una República adusta con cara de pocos amigos; muchos querían campar por sus respetos sin más y fumarse los puros del señorito; algunos soñaban con la República libertaria, sin saber muy bien qué podía ser aquello aunque sonaba bien; finalmente unos pocos añoraban los tiempos idos y, a ser posible, meterse en la máquina del tiempo  convenientemente programada hacia atrás.

El guirigay estaba servido fatalmente.

La labor parlamentaria del Congreso (1) durante el primer bienio, apenas significó una tímida nota de arpa entre el estruendo wagneriano de la orquesta constituido por las sucesivas y continuas huelgas revolucionarias y los disturbios sangrientos ocurridos por doquier, año tras año, con resultados trágicos hartas veces: Castilblanco (Cáceres), Arnedo (Logroño)  y Casas Viejas (Cádiz) son tan sólo botones de muestra.

En Asturias, los socialistas en la oposición, hicieron un ensayo general de guerra civil y, en mi opinión debieron quedar bastante satisfechos de su "performance", en especial cuando el "represor" de los mineros asturiamos, el pobre general Ochoa, fué asesinado sirviéndose sus verdugos, en este caso del protocolo visigótico.

El último acto del drama republicano, a estas horas era ya el denominado Frente Popular, fué interpretado el día 13 de Julio de 1936 por una patrulla de guardias de asalto al mando de un capitán de la Guardia Civil que, de madrugada, siguiendo esta vez el rito soviético, dió muerte al jefe de la Oposición parlamentaria, Sr. Calvo Sotelo.

El hipotético lector de periódicos, a estas alturas, de conocer algo de latín, hubiera exclamado siguiendo el ejemplo de Cicerón: "¡Sed quam res publica habemus!"


(1) Allí se discutió, entre otras cosas, una reforma agraria para repartir 6.000.000  Ha entre los campesinos sin tierra, en un País que contaba con unos pocos cientos de tractores y 2.300.000 de arados romanos, cuya tecnología era semejante a la del tiempo de Ciceron. Para repartir 100.000 Ha se tardaron dos años. 

lunes, 25 de julio de 2011

Los incendios republicanos


Proclamada la Segunda República, el jolgorio de la gente exultante que llenaba las plazas de ciudades y pueblos, cantando alternativamente, a voz en grito y seguramente desentonando, las dos versiones del himno de Riego, fué apagándose poco a poco, en días sucesivos, al percatarse los cantores de la salida del sol por el oriente, como siempre, y de su despedida al atardecer por el poniente "as usual"

Transcurridas nada más veinte jornadas desde el 14 de Abril (de 1931), un olor acre a  chamusquina, se expandió, sobre todo por la mitad sur de España, al arder intencionadamente más de cien iglesias, conventos, oratorios, colegios religiosos etc, con sus retablos renacentistas, sus bibliotecas repletas de manuscritos e incunables, sus cuadros,  sus imágenes, legajos y archivos,Todo se redujo a pavesas.

Fué un primer ensayo para "crispar" (Rodriguez dixit) el ambiente excesivamente festivo hasta el momento, tan poco grato a ciertos agentes aficionados  a ocultarse entre las sombras (1).

Los mozos que habían acudido prestos en auxilio del Monarca D. Alfonso, atrapado con su Hispano Suiza en el barro de aquella femetida carretera, veinte años después ya no existían . Ahora se dedicaban, en Murcia, Alicante, Valencia  y las capitales andaluzas, especialmente en Granada, a desarrollar sus aficiones pirómanas, extendidas de inmediato a los periódicos "de las oligarquías", a los círculos mercantiles de los burgueses con sus leontinas, y a los casinos monárquicos de "los señoritos" con sus canotiers, pajaritas, botines y bastones de bambú.

Algunos autores han denominado estas actividades incendiarias, como incursas en la "socialización de la política", que impregnó desde entonces, y así lo veremos en días sucesivos, la historia de la Segunda República, dejando en mantillas a la Primera, la federal de los cantones.

Y las Autoridades, llamadas de oficio a reprimir los desmanes, nada hicieron, los pirómanos y la mayor parte de sus instigadores quedaron protegidos para siempre en los recovecos de la Historia.

La citada socialización y la crisis económica, prepararon de consuno el plano inclinado por el que se deslizó sin remedio esta República, hacia el desastre.


(1) Algunos, no obstante, fueron conocidos por la musa de la Historia Clío, con sus nombres y apellidos.

Foto: Incendio de la iglesia de los jesuitas en la Gran Vía madrileña (mayo 1931)

sábado, 23 de julio de 2011

Llega la Segunda República


El General Berenguer del entorno palaciego del Rey, heredó la dictadura de Primo de Rivera el mismo año 1929, y meses después se hizo cargo del gobierno provisional el Almirante Aznar. Ambos conocían perfectamente su escasa entidad política, y se dedicaron a realizar toques cosméticos en el curso de su llamémosle gobernanza, como la legalización de la Federación Universitaria de Estudiantes (FUE) (1) ó la atenuación de la censura implantada por don Miguel (2). Minucias. La gente se dió cuenta del poco fuelle de ambos políticos, y acuñó el término "dictablanda" para definir este periodo.

En tanto los republicanos "ex-novo" aumentaban día a día entre el pueblo, los políticos fueron abandonando al Monarca y, por tanto a la Institución monárquica, más ó menos subrepticiamente, tomando posiciones y multiplicando sus contactos. El Rey, emocionalmente implicado en el desastre de Annual, objeto de murmuraciones sobre el origen de su fortuna y señalado como enterrador de la Constitución de 1876 al aceptar ,en su día de tan buena gana, la Dictadura del General Primo de Rivera, hizo la correspondiente composición de lugar y comenzó a pensar en el exilio, cosa que finalmente llevó a cabo tras las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931. Algún edecán especialmente nervioso propuso evitar a toda costa la marcha de don Alfonso y ante todos los palaciegos, en algún salón del Palacio de Oriente, desenvainó su sable curvo de caballería, pero el Monarca le dijo que envainara y no fuera mentecato.

Estas elecciones, un invento del Conde Romanones para salir del paso, fueron un auténtico barullo, realizadas sin las debidas garantías, con censos anteriores a 1921, actas misteriosamente desaparecidas y con más de un tercio de los votantes analfabetos y otro tercio analfabetos funciomales, de manera que el día de autos se hicieron más trampas que "en una película de chinos" (3). No obstante, el Rey se marchó rápidamente a Francia, vía Cartagena, y el día 14 de abril de 1931 se proclamó la República desde el balcón del Ministerio de la Gobernación de la Puerta del Sol ante el delirio de los asistentes. El nuevo Régimen tenía ya dos mártires recientes: los capitanes Fermín Galán de talante soviético y García Hernández, sublevados al frente de la guarnición de Jaca (Huesca) durante las Navidades del año anterior. Apresados ambos, y sometidos a un consejo de guerra fueron fusilados por órdenes de alguna mente privilegiada.

El mismo día 14 se constituyó un gobierno provisional para preparar las Cortes constituyentes (Elecciones del Junio del mismo año) Aquellos días todos eran felices como niños en la mañana de Reyes aunque pronto todos cayeron del guindo a la vez, como veremos en los próximos días.

(1) Los estudiantes de la FUE debieron pasarlo en grande, especialmente los de Medicina, hostigando a la policía, durante los días postreros de la Dictadura de don Miguel, desde los tejados de la Facultad de San Carlos en la calle de Atocha.

(2) A propósito de la censura implantada por el Dictador : un periodista y poeta ocasional pergeñó un poema laudatorio del General, compuesto por trece versos. Fué publicado en un diario de distribución nacional y leídas las letras iniciales de los trece versos aparecía la frase: "Primo borracho". Conocida inmediatamente la gracia se produjeron ceses y dimisiones en cadena.

(3) Nadie se pone de acuerdo sobre los resultados numéricos de la votación. Según el historiador Tusell, nada sospechoso, obtuvieron acta de concejales monárquicos 22.150 candidatos monárquicos frente a los 5.875 republicanos, con más de 52.000 actas sin designar. En las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia etc la victoria republicana fué abrumadora.

viernes, 22 de julio de 2011

Propaganda


Volviendo a casa desde el Colegio Helmántico de Salamanca, durante el segundo año de la Guerra Civil, seguramente pensando, con rencor, en los tiempos gramaticales de los siniestros verbos regulares e irregulares a los que odiaba, me llamó la atención un cartel pegado por los Servicios de Prensa y Propaganda del Nuevo Régimen, entre la Calle del Grillo y el Paseo de Canalejas.

Recuerdo bien aquel cartel, donde un personaje enorme, como Gulliver, vestido al estilo de los combatientes nacionales, provisto de una gran escoba, barría a una serie de enanitos que huían despavoridos del soldado, si bien eran alcanzados por la retama del escobón manejado por el militar, hasta el punto de dar algunos volteretas en el aire

Todos los enanitos estaban identificados mediante los consiguientes letreros colocados a un lado de las pequeñas figuras, que decían: "estraperlista", "masón", "emboscado", etc. El letrero más impactante fué, para mí, el del enano definido como "politicastro". La palabra, que leía por primera vez en mi vida, quedó grabada para siempre en mi memoria desde aquel día salmantino

Ayer volví a recordar el término despreciativo, cuando repasaba la Historia de la Segunda República y del Frente Popular, porque si bien los "politicastros" siempre han existido, al menos que yo recuerde, desde el reinado de Fernando VII, la especie se multiplicó en progresión geométrica entre los rectores de la cosa pública desde que el pobre don Miguel se marchó a París para morir allí.

miércoles, 20 de julio de 2011

El Dictador




D. Miguel Primo de Rivera, el Dictador de España de 1923 a 1929, de 53 años cuando inició su aventura, era un hombre alto, fuerte, con la cintura perdida como tantos otros de la época, simpático, extrovertido, y aceptado por casi todos, como dije hace un par de días. Su bagaje cultural, perfectamente decriptible, había sido adquirido por don Miguel en las tertulias del casino de Jerez, de donde era natural. Un escritor, orador y poeta (José M. Pemán) colaborador de don Miguel, se refirió lacónicamente al General, años después, como "una locura patriótica y una ausencia de libros."

Con su simpatía, labia y entusiamo el General ganó la voluntad del Monarca, quien tampoco era un lector conocido por ser un insaciable devorador de libros, y se dispuso a desarrollar sus ideas basadas en una mezcla de arbitrismo del siglo XVII, de despotismo ilustrado del siglo XVIII y de regeneracionismo del siglo XIX.

Ahora bien, España estaba tan necesitada de que alguien abriera las ventanas y la ventilara un poco, que el General tuvo notables éxitos, prácticamente inmediatos, en los campos económico, social y educativo. Y también fracasos, se enfrentó con la Universidad porque no entendió su importancia en la escena nacional, así como con algunos intelectuales de fuste (Unamuno, Valle Inclán y otros hoy olvidados).

Por supuesto que acabó pronto con la pesadilla marroquí, apoyado estratégicamente por Francia en parecidas dificultades a las de España, pacificando la zona con mano izquierda hasta la independencia de Marruecos, ya muy avanzado el siglo. A su vez, el pistolerismo anarquista de Cataluña de larga duración, perturbador de la vida de Barcelona, le duró al General, con el apoyo del general Martinez Anido, un cuarto de hora.

Una de las primeras tareas del General consistió en arremeter contra los caciques políticos de las ciudades grandes y pequeñas, quienes constituían el escalón inicial del sistema político parlamentario vigente hasta su anulación por la Dictadura y objeto de las más acervas diatribas por todos los asistentes a las tertulias de casinos y reboticas.

La primera carretera asfaltada, después todas las radiales, y otras muchas, se vieron por primera vez en tiempos del General. Éste puso en marcha además, las Confederaciones Hidrográficas, tal como se conocían hasta hace muy poco tiempo y la Empresa Campsa, la cual más ó menos desdibujada aún perdura, al menos de nombre.

Lo malo es que tras el éxito marroquí, don Miguel no supo marcharse a tiempo y prolongó su mandato cometiendo errores de bulto, como la creación de la "Unión Patriótica", "partido político pero apolítico" según el galimatías expuesto por el propio General a los medios, por cierto, refugio de innumerables caciques, poco menos que inmortales. A la "Unión", el General añadió una "Asamblea Nacional", especie de símil parlamentario que marcó el inicio del disfavor de los ciudadanos hacia don Miguel.

La bonanza económica de aquellos años dió paso a una crisis, muy parecida en sus orígenes a la actual, y todo se le fué de las manos a don Miguel. Así que sin apoyos, ni siquiera entre sus compañeros Generales, ni del Rey que se hizo el distraído, el Dictador, sintiéndose mayor y enfermo, debió exiliarse a París, donde falleció pocas semanas después.





lunes, 18 de julio de 2011

La primera dictadura



En pocos años, de manera casi subrepticia, España fué deslizándose hacia su primera dictadura del siglo XX. Me gustaría describir el proceso en pocas frases. Es cuestión de intentarlo.

La guerra de Marruecos y el mantenimiento del Ejército, costaban una pasta, como se dice ahora : nada menos que la mitad del presupuesto anual. La pacificación de aquellos pedregales rifeños, en los que nos habían metido Francia y Gran Bretaña, recelosas la una de la otra, las cuales, a su vez, pretendían alejar de la zona al Imperio Alemán, parecía más alejada cada día.

La trágica retirada de Annual hasta las puertas de Melilla (1921) que fué más bien un sálvese quien pueda y contagió a casi todas las unidades combatientes, tuvo un efecto demoledor en la moral del País.

Por otra parte la relativa bonanza económica originada por las exportaciones de todo lo habido y por haber en el solar patrio, desde barcos a botas, hechas a los países aliados durante la Primera Guerra Mundial, se acabó con la Paz de Versalles, dejando como contrapartida lo que entonces se llamó "la carestía de las subsistencias" cuya incidencia golpeó especialmente a las clases más modestas.

La disminución del campesinado en favor del proletariado industrial, iniciado en esta época y continuado durante las dos siguientes, facilitó la labor de captación por parte de los sindicatos de clase, y del anarquismo, la de este último especialmente en Cataluña, con el consiguiente adoctrinamiento, que daría sus frutos quince años después.

Entre unas y otras cosas, el deseo de un cambio había infiltrado a toda la sociedad sin distinción de clases, y el golpe de estado incruento llevado a cabo por el General Primo de Rivera, fué recibido con alivio por todos, desde el Rey don Alfonso, hasta el Sindicato de la UGT y los políticos socialistas que prestaron su apoyo al General.

Así, se inició también una sutil corriente de simpatía entre la Dictadura y el Régimen dictatorial del cavalliere Mussolini, aunque las diferencias personales entre el Duce italiano y el General, eran abismales. El General se paseaba por Madrid sin escolta, vestido de paisano con su canotier y su bastón de bambú, fumando un puro y comprando su mercancía a las floristas de la calle de Alcalá, para adornar su solapa, en tanto que Mussolini, con sus fastuosos uniformes, rodeado siempre por su guardia pretoriana intentaba rememorar los fastos de la Roma Imperial para enfervorizar y galvanizar a sus compatriotas.

sábado, 16 de julio de 2011

Lo que había tras el Hispano




Cuando el Rey constitucional don Alfonso XIII conseguía salir del barro conduciendo su Hispano Suiza, como vimos ayer (1), la vida política del País seguía por inercia el modelo ya agotado, puesto en marcha cuarenta años antes, durante la Restauración, una vez resuelto el caos tragicómico de la Primera República y sus Cantones.

España estaba entonces atrasada en muchos aspectos. Hoy diríamos que formaba parte del Tercer Mundo (2) ó poco menos. Sin resolver muchos problemas del siglo anterior, se añadían otros nuevos, en tanto el "sistema" era incapaz de detectarlos, y menos de corregirlos. Tan solo algún político especialmente sagaz, como E. Dato (conservador) tenía una idea de la deriva nacional y dió un primer paso en la buena dirección, creando una Seguridad Social en beneficio de la clase obrera.

En aquella época, la población era fundamentalmente campesina, y en ella constituían legiones los carentes de tierra. Menos de una quinta parte del total de los proletarios, trabajaba en la industria, sidero-metalúrgica y minera. Considerados en su totalidad, un porcenteje terrorífico de los obreros eran iletrados.

La ausencia de capitales resultaba patente, salvo en Cataluña y en el País Vasco, regiones especialmente mimadas por el poder central con los famosos aranceles, de los que hoy nadie se acuerda.

El caso es que las tensiones sociales más ó menos soterradas, estallaban de vez en cuando (Semana trágica de Barcelona (1909), Huelga revolucionaria (1917), incendios de cosechas, etc. y con una España de esta guisa se les ocurre meterse en una guerra colonial sin fin (Marruecos) adornada con un desastre incluído (Annual) (30.000 bajas) debido a la incompetencia de los mandos superiores. Como para alegrar al personal. (Continuará mañana)


(1) Beevor escribe irónico un título para la foto: "El Rey Alfonso XIII conociendo a su pueblo".
(2) En una situación parecida ó peor se hallaban en Europa, Grecia, los países del Este europeo, incluída Rusia, los países balcánicos, Portugal e Irlanda.
(3)Los anarquistas de la "acción directa", cerebros portentosos, asesinaron a Dato en la Plaza de la Independencia de Madrid (Puerta de Alcalá)

viernes, 15 de julio de 2011

La plata del Rey



Las carreteras estatales españolas durante los primeros años del siglo pasado, me temo que no tenían un mantenimiento pasable. Y esta debió ser la razón por la que el Hispano-Suiza T 15 del joven Rey don Alfonso XIII se encontrara en cierta ocasión con las cuatro ruedas hundidas en el espeso barro de un badén.

Ciertos hispanistas (Beevor, Preston) han sentido una especial predilección por la foto de aquel suceso porque explicaría, según ellos, la relación entre un pueblo sumiso y la monarquía insensible y prepotente. Pues en efecto, la foto inmortaliza a siete mozos de alguna aldea cercana, empujando con esfuerzo el Hispano real, mientras el Rey, al volante del coche, trataba de mantenerlo en aquel simil de carretera.

En mi opinión, y teniendo en cuenta el carácter de don Alfonso, lo probable es que una vez liberado el Hispano del cepo barroso, el monarca diera las gracias a los muchachos y ordenara a su edecán el reparto de algunas pesetas entre sus ocasionales salvadores.

Apunto esta suposición frente al parecer de los hispanistas, basado en un curioso caso que presencié junto al Dr. Escobar en una alquería cercana a Caminomorisco, de las Hurdes Bajas, en los primeros años setenta.

Paco y yo estábamos después de comer sentados a la sombra, cuando se nos acercó un anciano renqueante, preguntándonos si podía enseñarnos un bulto de su espalda. Asentimos, el hombre se quitó la chaqueta como si estuviera en una consulta formal, y levantándose la camisa nos dió la espalda mostrándonos un quiste sebáceo de tamaño regular bajo la piel, sin adherencias a planos más profundos. Paco le explicó qué era aquello, cosa probablemente oída muchas veces por el anciano en sucesivas "consultas". Nos dió la gracias y se marchó, pero cinco minutos después estaba otra vez frente a nosotros con un pequeño bulto de tela en su mano derecha extendida. Con cuidado separó las cuatro esquinas de la tela y nos mostró su tesoro: una moneda de plata de cinco pesetas que siendo niño le había dado personalmente el Rey don Alfonso con ocasión del viaje que hizo el Monarca a las Hurdes, acompañado por el D.Marañón, no muchos años después del incidente con el Hispano-Suiza T 15.

Aquel gesto del viejo hurdano dejándonos ver su pertenencia más preciada, lo consideramos como el pago de su "consulta a los doctores de Madrid".

jueves, 14 de julio de 2011

Nuestros polis




Los dos héroes literarios de la novela policiaca española que conozco mejor, el Jefe Plinio de la Guardia municipal de Tomelloso, Ciudad Real (Francisco García Pavón) y el brigada de la Guardia Civil de Madrid, Bevilacqua (Lorenzo Silva), son policías más bien cerebrales, y se entregan a la acción si no tienen más remedio, casi siempre al final de las novelas, para cerrar con broche de oro sus casos.

Creo firmemente que en el Cuerpo Nacional de la Policía y en la Guardia Civil existen muchos policías de carne y hueso tan sagaces como los dos de ficción citados, muy capaces de llevar a cabo su trabajo, con discreción y en silencio. Dicho esto sin ánimo de halagar a nadie, sino de hacer justicia, como digo una cosa, también digo la otra. Y es que hay policías y en este caso me refiero a los Jefes, capaces de hacer de Clouseau una estrella rutilante del mundo policial. Nunca se han conocido tantos chapuzas, primero implicados, encausados después y finalmente en el trullo.

En el curso de estos días, se han dejado implicar tres polis en el caso "del bar Faisán", a saber, el Director de la Policía, el jefe de la Policía de Guipúzcoa y un inspector (1). Se trata de la ayuda prestada por estos policías "malos" a la parte de ETA ocupada en pasar a través de la frontera francesa el dinero obtenido por la banda mediante las extorsiones, hechas a industriales y profesionales del País Vasco y de Navarra. Dicha ayuda consistió en avisar al dueño del bar, advirtiéndole que debía desaparecer "ipso facto" de la escena, invitando a sus colaboradores para esfumarse sin dejar rastro. Como todas las órdenes de los "malos" se dieron vía teléfonos portátiles y el coche del dueño del bar tenía un bonito receptor, los "buenos" tomaron nota de conversaciones comprometidas y pasaron después a la instrucción del juez.

Recuperada esta instrucción, que el Juez estrella Baltasar Garzón ocultó en un cajón de su despacho durante tres años, tenemos ya a los tres citados camino del banquillo, y a ellos seguirán, si no logran escabullirse, el Ministro del Interior y el Candidato a la presidencia de la Nación y ex-Ministro de lo mismo. Una auténtica consternación nacional.

El ex-Ministro ha presumido "de saber todo de todos", gracias al sistema de intervención de teléfonos con que cuenta. Y así el ex puede caer en su propia trampa. Como dicen los chicos en sus juegos: ¡ Muere perro traidor!

(1) Esta operación chapuza debió ser aprobada en su día por el Presidente en la agonía Zapatero, para que no peligrasen las conversaciones de sus enviados, mantenidas con vistas a la entrega de las armas por los terroristas, y permitir así a la Academia sueca que le concediera el Premio Nobel de la Paz, con el cual quiere pasar a la Historia.






Foto: El inspector Clouseau, de la serie "La pantera rosa"

martes, 12 de julio de 2011

Esto se hunde






Para entender el sinuoso camino seguido hasta hallarnos en la desgraciada tesitura actual, sería preciso hacer algún curso de economía, un master en Oxford, en fin algo, al menos obtener explicaciones plausibles e inteligentes que nadie nos da, ni lo intenta.

Careciendo de los conocimientos necesarios, resulta difícil entender cómo uno o dos millones de viviendas sobrevaloradas han dado lugar, unos meses después, a la caída en picado de la Bolsa, a situarnos a un paso de la quiebra y a que el pródigo estado socialista y progresista venda títulos de la deuda nacional, pagando a su rescate, en el plazo de seis meses, un 5% más del valor nominal de los títulos, empeñándose hasta las cejas.

¿Y qué hacen entretanto nuestros frívolos gobernantes? Para empezar, es seguro que no han tenido ocasión de leer la lección sobre el ahorro impartida por Mr. Micawer ("David Copperfield" Ch. Dickens) quien pasó entrampado gran parte de su vida, entrando y saliendo de la prisión con su numerosa familia, por unos cuantos miserables chelines.

El Gobierno, actualmente escindido en dos, por un lado (Zapatero, presidente saliente) implora la ayuda contante y sonante de la Comisión Europea, y por otro lado (Rubalcaba, candidato a la Presidencia) promete desvalijar los bancos que encuentre a su paso, como hicieron sus antepasados ideológicos hace setenta y cinco años. ¡Cielo santo, pero qué pendejos (1) tenemos delante!


(1) DRAE. Tercera acepción






Foto: Grabado inglés de Mr. Micawer de mediados del siglo XIX

lunes, 11 de julio de 2011

Los transformadores

Uno de los tertulianos de la cadena de TV Intereconomía, y senador socialista por más señas, afirmó no hace muchos días, cuando sus compañeros de tertulia discutían sobre las postreras boqueadas que restaban dar al presente Gobierno, que ellos, los socialistas, siempre han perseguido el poder "para transformar a la sociedad".

Una vez pronunciada tan trascendental frase, digna de ser esculpida en mármol, el progresista quedó sumido en un digno silencio, mientras pareció ocupar su puesto sentado en las metafóricas ruinas de su partido, descritas con todo lujo de detalle y un punto de fruición, por el resto de los tertulianos.

El senador había dicho su frase con convicción, como si la idea perteneciera al núcleo sagrado de sus principios. Los tertulianos siguieron perorando, sin prestar atención al Senador, quitándose la palabra de la boca unos a otros, con la esperanza de hacer prevalecer los decibelios propios sobre los del resto de los presentes.

Mi primera reacción ante el asunto de la "transformación" fué pensar en la mediocridad mental de los "transformadores", los Zapatero, los Pepiños Blanco, las Pajines galácticas, las insolventes Bibianas, etc, y en todos sus ideólogos desconocidos, fabricantes de los argumentarios socialistas, plagiarios de las ideas emanadas de las mentes más atrabiliarias de Occidente, quienes no tienen media torta dialéctica. De manera que con un tercer recuelo ideológico, Zapatero quiso asombar al mundo y transformarmos. Te digo qué...



Foto: Figura de resina del icono del programa de Intereconomía Tv "El gato al agua"

domingo, 10 de julio de 2011

El candidato



En nuestro mundo periodístico, existe una cierta tendencia al morbo. Me refiero en concreto a la reiteración obsesiva y desmedida mostrada por los periódicos, acompañados en esta ocasión por las cadenas de radio y TV, hacia la figura del ex-vicepresidente y ex- ministro del Interior, por lo que dice y no dice en sus mítines, donde discursea como candidato socialista a la presidencia, en los comicios que se celebrarán en un plazo máximo de ocho meses.
¿Y por qué esta obsesión? Después de todo se trata de un político añosillo él, y un tanto enteco, poco atractivo, sin gancho, que ha puesto su toque personal en media docena de asuntos turbios, desarrollados al final del felipismo y en otros del extinto zapaterismo.
Sencillamente por el morbo que emana el personaje. Ha comenzado con su nombramiento como candidato arrancado a la fuerza a Zapatero, dejando en la cuneta a la pardilla Carme Chacón, por cierto, librándonos a todos por un pelo de verla entregada a una llantina, con ocasión de su renuncia televisada a la candidatura en las mismas legislativas citadas, por cierto sin haber tenido ocasión de postularse como candidato. Fué un empujón de Rubalcaba.
Todo el mundo sospecha que Rubalcaba utilizará sus trucos a lo largo y al final de la campaña electoral. Se supone que echará mano de su ascendiente en una parte de la policia, la adicta a su persona desde las explosiones de Atocha, y de su enorme capacidad marrullera.
Para él, su oponente el candidato Rajoy no es hoy más que un pequeño incidente en su carrera. Ahora su objetivo es el Partido Socialista, más adelante con las hordas del 15-M, tiene cuatro años para desplegar las triquiñuelas denominadas por él mismo política, y volver loco a Rajoy.
Me extraña que en sus discursos no haya mencionado el reparto de los bienes de la Iglesia, además de quitarles la leontina y el puro a los banqueros, porque este argumento no falla para encandilar a sus masas adictas.

sábado, 9 de julio de 2011

La voracidad de la cosa pública



Cuando era niño oí a los mayores comentar escandalizados que el alcalde había creado una nueva tasa por cada grifo de agua corriente existente en las viviendas de la anteiglesia (Baracaldo, Vizcaya). Fué mi primera noticia sobre la voracidad de la cosa pública.

Veinte años después me encontraba ejerciendo mi profesión en un lugar agreste de la provincia de Teruel llamado Nogueruelas, y felizmente olvidado de la hacienda pública la cual, al parecer, no me había detectado aún como ente susceptible de ser estrujado.

Transcurridos otro par de años fuí visualizado, si así puede decirse, por las antenas del monstruo hacendístico, y esto ocurrió viviendo Josefina y yo, en Santa Lucía, otra aldea perdida al Sur de la provincia de Ávila, entre montañas, pese a lo cual, no escapé, en esta ocasión, del Ministerio de Industria.

Porque, en efecto, cierto día ocupado en ir de un lado a otro para apreciar la labor realizada la noche anterior con mis pacientes por la Divina Providencia, observé a varios vecinos caminando hacia la cabecera de la zona, el Barco de Ávila, distante seis ó siete Km de Santa Lucía. (1)

Pregunté entonces a uno de los viandantes que dónde iban tan galanes trajeados de domingo con tanta determinación, y el interpelado, el señor Nicolás, mi antiguo huésped, me miró inquisitivamente extrañado por mi ignorancia: "¿ pues dónde vamos a ir? a pagar la contribución de Industria"

"¿Industria?" dije "¿qué industria?". Miré a un lado y a otro sin ver ninguna instalación siderometalúrgica ni minera. Allí estaban los mismos bancales de siempre con algún manzano, en las laderas de los montes, robles aquí y allá, viejos castaños en abundancia y poco más. " Usted también tendrá su recibo esperándole en la oficina del fisco", añadió Nicolás Y así pude saber la existencia de mi colaboración involuntaria con el Ministerio de Industria, una realidad de la que no había sospechado jamás.

Pasados los años, un torrente de facundia tributaria ha inundado nuestras vidas, anegándonos con sus impuestos, tasas, exacciones, contribuciones, prestaciones, cobros, cargas y gravámenes

Pese a todo, el alcalde de Madrid dice que no tiene un duro ¿será quejique?

(1)Santa Lucía y sus anejos han desaparecido del mapa, salvo uno, Tremedal de la Sierra, citado por don Camilo J. Cela en uno de sus libros (Moros y cristianos, creo recordar) como productor de una harina finísima. Dudo que don Camilo subiera hasta allí. Los vecinos de Tremedal sembraban cebada y centeno. Lo de la harina finísima se da en cotas mil metros más bajas, don Camilo.


Foto: Fachada del Ministerio de Hacienda, en la madrileña calle de Alcalá

viernes, 8 de julio de 2011

Alcaldadas



Con rostros en ocasiones tensos, anonadados en otras, demudados y al borde del sollozo en las demás, alcaldes y alcaldesas del Partido Popular, elegidos el día 22 de Mayo pasado por los pueblos y villas manchegos y madrileños, desfilan día tras día, ante las pantallas de la cadena a requerimiento de ésta, para contar sus cuitas a los televidentes.

Todos ellos han tomado en fecha reciente posesión de sus cargos y casi todos han visto literalmente, al asomarse, el fondo de las arcas municipales limpias de polvo y paja, porque los alcaldes del Partido socialista, meses antes de entregar sus bastones de mando, seguros de su derrota electoral prevista por todas las encuestas, se entregaron al frenesí de gastar los pocos o muchos euros que quedaban en las venerables casas consistoriales, a destruir documentos comprometedores y a almacernar carpetas de expedientes de cualquier manera en algún palomar perdido, haciendo imposibles las búsquedas para encontrar antecedentes de contratos, de compras ó de ventas, de cesiones y, en fin de todas las actividades santas y menos santas a las que se dedican los ediles, practicando en esta ocasión, en su retirada, la táctica rusa de tierra quemada, como nos hizo saber la alcaldesa de Aranjuez, conteniendo las lágrimas.

Por su aspecto más de un vencedor en los comicios, necesitará en meses sucesivos, apoyo psicológico y atención profesional constante si pretenden, los pobrecillos, seguir en la brecha. Esta atención será preciso programar a la alcaldesa de una villa de 3.000 habitantes de Guadalajara, cuyo predecesor, sin duda un baranda de la prospectiva, hizo montar una depuradora, con capacidad para 40.000 habitantes, dejada sin pagar en su mayor parte

Las deudas son, sin exagerar, estratosféricas, en relación con los ingresos de los Ayuntamietos, aunque como algunos dicen:"más se perdió en Cuba".

De momento caminamos con paso firme hacia la más absoluta miseria, situación que alcanza también al Ayuntamiento de Madrid, el más endeudado de todas las Españas, y al gobierno autonómico de Madrid, regidos ambos desde hace años por el Partido Popular. Sus representantes conversaban ayer tras la mesa de la presidencia de un evento no identificado, sin saber que los micrófonos situados ante los dos políticos estaban abiertos y uno y otra se confesaron mutuamente no tener en sus arcas "ni un - - eu ro" (1)


(1) los guiones de la frase representas las dos sílabas de una palabra de uso muy común entre la élite política actual y que hace pocos años era utilizada solamente por el hampa.

jueves, 7 de julio de 2011

El intuitivo






Una vez que ZP entró en contacto con las voluptuosidades propias de poder, se limitó a dejarse llevar por las satisfacciones que proporciona el mando. Más adelante, sin admitir sus limitaciones intelectuales ó quizás para olvidarlas, creyó tener una gran intuición, con la que era posible sustituir la adquisición de conocimientos mediante el estudio, tal como lo explica él mismo : cuando su ministra Maleni hilvanaba un desastre tras otro en la red de trenes de cercanías de Barcelona, ZP se reunió con los técnicos en la Moncloa, tomó un lápiz rojo y trazó con mano firme, sobre el mapa, los trayectos más adecuados. Las empresas constructoras siguieron puntualmente sus indicaciones y desde entonces los túneles y las líneas se mantuvieron firmes, sin hundirse, y todo gracias a la intuición de nuestro cuasi extinto Presidente (1)

Gracias a esta intuición, en sus tratos con los descerebrados de ETA pudo dar rienda suelta a sus sueños para la desaparición del terrorismo. Era preciso facilitar las cosas a Batasuna, base visible de ETA, simplemente haciendo toda clase de concesiones posibles para ablandarla.

Algunas veces intentó, en el curso de las negociaciones, algún engaño de menor cuantía, pero debió tomar buena nota de la voladura de la terminal T4 de Barajas, y no volvió a ponerse borde, siguiendo con las concesiones hasta el final.

Para evitar los celos del Partido Nacionalista Vasco, todo fueron traspasos de competencias, dádivas y cheques a los sabinianos. Se inventó la chapuza del Tribunal Constitucional y con seis tristes juristas aficionados de mala muerte, echó por tierra la sentencia del Tribunal Supremo, y legalizó Bildu, otra excrecencia de ETA y último disfraz de los etarras, hasta el momento.

Entretanto siguó cumpliendo los acuerdos secundarios: el criminal De Juana Chaos se pierde por ahí protegido por los amiguetes del Sin Fein, se acercan los presos a las cárceles del Paív Vasco, muchos son liberados, como aquel que fué a cuidar de su mamá en Lasarte, se multiplican los juicios absolutorios, etc colocándoles sobre el comedero presupuestario de arcas municipales en muchos ayuntamientos del País Vasco y Navarra y en la Diputación Foral de Guipúzcoa , en tanto que los caraduras etarras hacen la gracia de suspender el impuesto revolucionario para alivio de los industriales y profesionales vascos.

Una vez conquistada a los maketos la provincia de Guipúzcoa han comenzado las numerosas provocaciones separatistas, que el intuitivo ZP, autor del desaguisado, nunca hubiera imaginado ya que no conoce ni a los terroristas vascos ni a los vascos comunes entre otras cosas porque no ha leído a don Pío Baroja ni a su sobrino el sociólogo.


(1) Creo recordar que lo del lápiz rojo es relatado en alguna de sus biografías, quizás de Suso del Toro.

miércoles, 6 de julio de 2011

Tiernos abrazos






De estos convulsos tiempos políticos, he conservado en la memoria dos imágenes, para mí impactantes, dado el contexto de cada una.

La primera fué el abrazo propinado por Zp al Dr Montes, responsable del Servicio de Admisión de Urgencias en el Hospital Severo Ochoa de Madrid, y la segunda el achuchón de P.Rubalcaba a Teddy Bautista, responsable de la Sgae,

Ambos abrazos no fueron meros saludos protocolarios y distantes, sino la expresión afectuosa, muy cordial a todas luces, del reconocimiento por parte de los políticos abrazadores, de los servicios prestados por los abrazados.

Que nadie se llame a engaño, el primer abrazo estaba en relación con la Ley de la muerte digna, umbral de la eutanasia, que Zp quiere hacer aprobar antes de retirarse. Y el segundo con el potencial de apoyo desarrollado entre los "artistas de la ceja" basados en la Sgae al mando de Teddy.

Este miserable asunto de los abrazos es muestra de las puntadas dadas siempre con hilo, de los políticos, y de la repulsión producida en el ciudadano común, por tales muestras de cariño interesado.

Las calles de Nápoles inundadas por las basuras, desde hace muchos meses, con su aroma característico, son avenidas diáfanas y deslumbrantes comparadas con lo que van a dejar ZP,P. y Cía en "este País" cuando se vayan.

martes, 5 de julio de 2011

Don Marcelino el Obsequioso







Marcelino Iglesias, Secretario de Organización del partido progresista, es ese señor untuoso, de gesto pausado de viejo sacristán, que habla con unción, un poco plegado sobre sí mismo, como si estuviera anunciando el óbito de algún provecto hermano del convento. Glosa ó interpreta en nuestro favor, como ignorante siervos que somos, las palabras del señor P.punto, sobre sus planes, anunciados con gesto pillo, para solucionar el paro.


El señor Marcelimo cree en las palabras del señor P punto y nos anima a creerlas. Porque estas palabras se harán realidad, sin duda, en el momento más conveniente, cuando lo juzgue más oportuno el Sr P punto, dice don Marcelino y, en todo caso, cuando estos reinos gocen de la felicidad que el Sr P punto se dispone a impartir a manos llenas una vez en posesión de vuestro voto, depositado en el día determinado por las altas instancias que entienden, esto es, por P punto.


El didáctico y oleoso Sr Marcelino mira complacido a la monstruosa anomalía política representada por el Sr P punto y pronto nos explicará porqué no quita ojo a los consentidos del 15 M.

lunes, 4 de julio de 2011

Nuestra tez

Penélope Cruz, actriz española nacida en Alcobendas, Madrid (1974)




Cuando frecuentamos, hace cinco o seis años, las aulas de la Universidad de Elche, Josefina y yo iniciamos un trabajo sobre la evolución numérica de la población peninsular, a lo largo de los nueve siglos que duró la Reconquista de Al-Andalus (Siglos VII al XV) desde Covadonga y los Pirineos orientales hasta Granada.


Según nuestras pesquisas el aumento anual de la población sumadas las fracciones cristiana y musulmana, teniendo en cuenta las cifras totales iniciales y finales (de 7,2 millones en 450 a 8,3 millones en 1450) : es muy escaso, cosa lógica si se tienen en cuenta la dureza de aquellos tiempos.


El caso es que ayer quise reiniciar aquel estudio sirviéndome de Internet y, navegando de un lado a otro, tropecé con una divertidas apreciaciones de un inglés sobre los estereotipos mantenidos por los británicos referidos a los españoles y sus discusiones se extienderon a nuestra tez, sin ponerse de acuerdo: "Los españoles no son blancos", aseguraba uno, "¡como que no!", decía otro. "Son caucásicos, como todos los europeos". "La tez de los españoles se oscurece de norte a sur de la península", añadía un tercero. "Y ¿qué me dicen de Penélope Cruz?" planteaba un tío astuto, "no es blanca, observen su nariz y sus labios, parece siria ó jordana"; en fin, un autentico guirigay británico.


Hoy día, el inicio de nuestra historia como pueblo, se está escribiendo a golpes de pico y pala en Atapuerca (Burgos) donde se han encontrado restos humanos de un millón de años de antigüedad.


Por lo demás desde que fué conquistada la Península por los musulmanes, a estos lares tan solo llegaron aguerridos y feroces guerreros, descontando los primeros acompañando a Tarik y el moro Muza, vinieron después almohades, más tarde almorávides y, finalmente benimerines, todos ellos, o casi todos, vueltos a su tierra, una vez concluída su misión, aunque no se pueda descartar que alguno quedara, más o menos prendado por alguna moza hispanomusulmana. Poca cosa en la práctica, si consideramos que pasaran en total el Estrecho 400.000 ó 500.000 combatientes, frente a los millones de nativos correpondientes en cada momento de su llegada.


En resúmen, poco debió cambiar el tono de la piel de los hispanos desde el inicio de la Reconquista hasta que Boabdil "el chico" último Rey de Granada, pasó al Magreb obligado, sollozando, seguido por las imprecaciones de su señora madre.

sábado, 2 de julio de 2011

Algunos políticos



Cuando los políticos mienten frente a las cámaras de TV, y lo hacen con frecuencia, tienen perfectamente asumido que los televidentes son de memoria frágil y un coeficiente intelectual promedio suficientemente bajo como para considerarlo despreciable.
De aquí que se muevan frente a sus auditorios con tanta desenvoltura y ausencia de prejuicios morales.
Tenemos además ejemplos de políticos de alto nivel, consumados depredadores de los dineros públicos, casi todos imitados por los alcaldes y presidentes de comunidad, obligados a ceder sus puestos tras las últimas elecciones, capaces de dejar deudas millonarias a sus pobres vecinos , pero conservando el desparpajo suficiente para sentar sus posaderas en las oposiciónes de consistorios y parlamentos regionales, como si no hubiera pasado nada, refugiándose en la alternancia democrática, en lugar de pasar unas vacaciones entre rejas, meditando.
De hecho, todos tienen espejos donde mirarse. Por ejemplo, resulta que el actual jefe nominal del gobierno, de obediencia germana, ha señalado como sucesor de sus miserias, al coleccionista de cargos Alfredo. Así, por las buenas. Sin mediar ceremonias ni justificaciones. El antiguo presidente, chuleta mayor del Reino, especialista en abatir terroristas y a otros citoyens que pasaban por allí, ha dicho que Alfredo debía aligerar la cosa y desprenderse de sus cargos para presentar su candidatura a las próximas eleccione legislativas. Alfredo se ha revuelto rabioso y ha constestado a Felipe que dimitirá cuando le dé la gana. Esta es nuestra élite de Padres de la Patria. Cuando no tienen las manos dentro de la caja, padecen ataques de dignidad ofendida. Hace falta cara.

viernes, 1 de julio de 2011

El futuro y la congoja



La prospectiva consistía, al menos en mis tiempos, en predecir determinadas tendencias futuras a partir de la extrapolación de datos, numéricos ó no, del pasado inmediato ó del presente. Las predicciones resultarían tanto más seguras cuanto más cercanas a nosotros fuera el periodo temporal considerado.
Si esta idea no ha cambiado mucho, un pequeño ejercicio de prospectiva nos permitiría vislumbrar hoy un escenario español problemático para el próximo quinquenio, a causa de los destrozos originados por el progreso, valga la paradoja.
Aunque las ideas territoriales del chico de León no se hayan cumplido en un 100%, digamos que lo han hecho en un 40%, es más que suficiente para dar sudores fríos a los encargados de lidiar con los adorables separatistas.
El concepto que tenían de la inmigración aquellos paletos llamados Calderón y Bono, autores de la frase “¡papeles para todos!” alcanzará su momento de esplendor en los años venideros con los conflictos originados por el malestar de las generaciones segunda y tercera de inmigrantes, mal ó nada asimilados, así como por la agresividad salafista.
La dependencia energética continuará su marcha ascendente y las facturas de la luz serán cantos al capitalismo más feroz. La dependencia tecnológica seguirá aumentando, dada la ignorancia politiqueril y finalmente, de momento, las mordidas de la hacienda pública a sueldos y pensiones ascenderán a cotas delirantes.
Todo está más claro como el agua. No es pesimismo. Lo dice la prospectiva.